Teatro Principal de Alava. Gira 2011 de "Un tranvía llamado deseo". Camerinos:
Antonio Belart entra en mi camerino:
ANTONIO: Robertito, aquí tienes tus pantalones recién cosidos. Tómalos Rey.
YO: ¿Estás bien?, tienes cara de cansado.
ANTONIO: Si, no estoy bien, la verdad.
Ay, Robertito...mi abuelo murió ayer.
YO: Vaya, lo siento de corazón, Antonio.
(Nos abrazamos)
ANTONIO: (cambiando de tema) Tienes que hacerme uno de esos retratos que haces tu, que ya me he enterado que se los has hecho a casi toda la compañía...menos a mi.
YO: Bueno, pues ponte ahí en esa esquina y te lo hago ahora mismo.
ANTONIO: No, no, hoy no, que no tengo yo cara de retrato ahora mismo.
YO: Bueno, como quieras.
ANTONIO: Es que si me retratas ahora...yo no sé...quedarme ahí parado delante de ti, en silencio...uffff...me vendría toda la emoción...no sé, Rey, no estoy bien...
YO: Regálame, si quieres, parte de esa emoción. Quizá te quedes algo mejor.
Antonio sonríe, se coloca en el rincón del camerino.
Apago la luz cenital y enciendo la bombilla del espejo.
Antonio comienza a llorar.
Respiro, agradezco, contengo la respiración.
Silencio.
Aprieto el botón.
Gracias, Antonio. Nunca olvidaré esos cinco minutos de camerino y revelación.
Tu si eres un Rey.
Antonio Belart entra en mi camerino:
ANTONIO: Robertito, aquí tienes tus pantalones recién cosidos. Tómalos Rey.
YO: ¿Estás bien?, tienes cara de cansado.
ANTONIO: Si, no estoy bien, la verdad.
Ay, Robertito...mi abuelo murió ayer.
YO: Vaya, lo siento de corazón, Antonio.
(Nos abrazamos)
ANTONIO: (cambiando de tema) Tienes que hacerme uno de esos retratos que haces tu, que ya me he enterado que se los has hecho a casi toda la compañía...menos a mi.
YO: Bueno, pues ponte ahí en esa esquina y te lo hago ahora mismo.
ANTONIO: No, no, hoy no, que no tengo yo cara de retrato ahora mismo.
YO: Bueno, como quieras.
ANTONIO: Es que si me retratas ahora...yo no sé...quedarme ahí parado delante de ti, en silencio...uffff...me vendría toda la emoción...no sé, Rey, no estoy bien...
YO: Regálame, si quieres, parte de esa emoción. Quizá te quedes algo mejor.
Antonio sonríe, se coloca en el rincón del camerino.
Apago la luz cenital y enciendo la bombilla del espejo.
Antonio comienza a llorar.
Respiro, agradezco, contengo la respiración.
Silencio.
Aprieto el botón.
Gracias, Antonio. Nunca olvidaré esos cinco minutos de camerino y revelación.
Tu si eres un Rey.
q grande! ese momento emotivo puede percibirse desde aquii!! :'(
ResponderEliminarLa piel de gallina. Qué increíble foto.
ResponderEliminarSin palabras.muy bien
ResponderEliminarSin palabras.muy bien
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