Gregory es actor, especialista, y un jinete extraordinario. Él me enseñó a montar a caballo; con ese arrebatador y dulce acento suyo me fue otorgando seguridad
y confianza sobre el animal en las numerosas clases de equitación que requerían para la serie "Aguila Roja".
Recuerdo con estupefacción su destreza sobre el animal, pero sobre todo su manera de hablarlos, si, no es una metáfora: habla con los caballos o más bien les susurra, constantemente, cosas al oído, palabras que siempre tienen que ver con la tranquilidad, la afectividad y el sosiego. Juro que yo he presenciado a Gregory (en varias ocasiones) susurrar al oído del caballo durante un par de minutos y este (el caballo), despacio, casi a cámara lenta, en silencio, tumbarse a su lado como quien se acuesta placenteramente sobre un cómodo lecho; acto seguido, Gregory, se tumbaba sobre el caballo, boca abajo, y respiraban y se sentían el uno al otro durante unos instantes.
Un par de años más tarde, el director de cine Roberto Castón me eligió para participar en su película "Los tontos y los estúpidos". El casting de la película ya estaba cerrado el primer día de ensayos, pero faltaba un actor para representar a uno de los personajes, seguramente el personaje más enigmático de la película: André, un estudiante francés, seductor hasta la médula, sexy, guapo, inteligente y culto, que a la manera de los dramas de T.Williams, llega de fuera para cambiar o revolucionar todo lo que hay dentro (en este caso las relaciones íntimas de toda una familia -Padre, Madre y dos hijas- ). Este personaje está presente en sus escenas pero la cámara nunca le enfoca, es decir, nunca se le ve en la película aunque esté ahí frente al otro actor o actriz.
Durante ese primer ensayo, Roberto Castón me preguntó:
CASTÓN: Roberto, ¿tú no conocerás a algún actor francés con alguna de esas características?, y digo algunas porque asumo que encontrarlo con todas y cada una de esas características va a ser misión imposible.
YO: Asumes mal, querido Castón. Conozco a un actor francés que es seductor, sexy, guapo, inteligente y culto, y se llama Gregory Brossard.
CASTÓN: ¿Dónde puedo encontrar alguna foto suya?
YO: Si quieres te envío por mail el retrato que le hice en el camerino de Aguila Roja.
CASTÓN: Ok, envíamelo ¿Tienes su teléfono para llamarle ahora mismo?
YO: Sí. Déjame que lo busque en la agenda y te lo paso.
Castón le llamó y tuvieron una entrevista algunos días después.
Quedó maravillado.
Gregory encarnaría a André.
Durante los días de rodaje, cuando Castón decía "acción" y era Gregory el que hablaba...se generaba en todo el equipo un silencio extraordinario. Yo sabía que aquel chico francés, en la semioscuridad del plató y con las cámaras grabando, le estaba susurrando palabras de sosiego, tranquilidad y afecto...al mundo entero.
PD: Gracias, Gregory, por ser un excelente ser humano.
Te quiero y abrazo, amigo.
y confianza sobre el animal en las numerosas clases de equitación que requerían para la serie "Aguila Roja".
Recuerdo con estupefacción su destreza sobre el animal, pero sobre todo su manera de hablarlos, si, no es una metáfora: habla con los caballos o más bien les susurra, constantemente, cosas al oído, palabras que siempre tienen que ver con la tranquilidad, la afectividad y el sosiego. Juro que yo he presenciado a Gregory (en varias ocasiones) susurrar al oído del caballo durante un par de minutos y este (el caballo), despacio, casi a cámara lenta, en silencio, tumbarse a su lado como quien se acuesta placenteramente sobre un cómodo lecho; acto seguido, Gregory, se tumbaba sobre el caballo, boca abajo, y respiraban y se sentían el uno al otro durante unos instantes.
Un par de años más tarde, el director de cine Roberto Castón me eligió para participar en su película "Los tontos y los estúpidos". El casting de la película ya estaba cerrado el primer día de ensayos, pero faltaba un actor para representar a uno de los personajes, seguramente el personaje más enigmático de la película: André, un estudiante francés, seductor hasta la médula, sexy, guapo, inteligente y culto, que a la manera de los dramas de T.Williams, llega de fuera para cambiar o revolucionar todo lo que hay dentro (en este caso las relaciones íntimas de toda una familia -Padre, Madre y dos hijas- ). Este personaje está presente en sus escenas pero la cámara nunca le enfoca, es decir, nunca se le ve en la película aunque esté ahí frente al otro actor o actriz.
Durante ese primer ensayo, Roberto Castón me preguntó:
CASTÓN: Roberto, ¿tú no conocerás a algún actor francés con alguna de esas características?, y digo algunas porque asumo que encontrarlo con todas y cada una de esas características va a ser misión imposible.
YO: Asumes mal, querido Castón. Conozco a un actor francés que es seductor, sexy, guapo, inteligente y culto, y se llama Gregory Brossard.
CASTÓN: ¿Dónde puedo encontrar alguna foto suya?
YO: Si quieres te envío por mail el retrato que le hice en el camerino de Aguila Roja.
CASTÓN: Ok, envíamelo ¿Tienes su teléfono para llamarle ahora mismo?
YO: Sí. Déjame que lo busque en la agenda y te lo paso.
Castón le llamó y tuvieron una entrevista algunos días después.
Quedó maravillado.
Gregory encarnaría a André.
Durante los días de rodaje, cuando Castón decía "acción" y era Gregory el que hablaba...se generaba en todo el equipo un silencio extraordinario. Yo sabía que aquel chico francés, en la semioscuridad del plató y con las cámaras grabando, le estaba susurrando palabras de sosiego, tranquilidad y afecto...al mundo entero.
PD: Gracias, Gregory, por ser un excelente ser humano.
Te quiero y abrazo, amigo.
Me encantan tus retratos todos y cada uno,pero lo que más me gusta son los comentarios con los que acompañas a cada retrato,son de una sensibilidad exquisita que dice mucho de ti como persona .Te admiro ,cada día más.Enhorabuena por el Goya.
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