Quim y yo trabajamos en la película "La gran familia española". Quim accede a retratarse de manera relajada, sin ningún tipo de reticencias. Entre plano y plano, aprovechando el cambio de luces, le invito a la cocina de la casa donde se desarrolla gran parte del rodaje. En un rincón de la estancia sonríe una ventana por la que se cuela la luz del atardecer. Quim se apoya en la pared, baja la cabeza, respira lentamente. Le indico lo que busco en un retrato. Me mira, vuelve a bajar la cabeza, mira a través de la ventana, vuelve a respirar hondamente. Me comprende.
Aprieto el botón.
La belleza de Quim radica en la suavidad de su trato, en esa aparente dulzura que esconde avisperos de emoción tan controlada.
Quim es bello por lo que da, pero sobre todo por lo que esconde.
Gracias, amigo Quim.
Aprieto el botón.
La belleza de Quim radica en la suavidad de su trato, en esa aparente dulzura que esconde avisperos de emoción tan controlada.
Quim es bello por lo que da, pero sobre todo por lo que esconde.
Gracias, amigo Quim.
Carácter, mucho carácter. Existe una evidente evolución en ambos. Como lo buenos vinos, tiene cuerpo, gusto y regusto.
ResponderEliminarSencillamente es muy buena!
Marina
¿A qué ambos te refieres, Marina?
ResponderEliminarQue lindo es Quim, y que bien nos muestras el alma de la gente. Gracias
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