Natalia fue la última retratada de todo el elenco de la nueva serie de Antena 3: Bienvenidos al Lolita.
El penúltimo día de rodaje comparto escena con Natalia. Al terminar nuestra secuencia (última del día) me dirijo al camerino para ponerme la ropa de calle e irme a casa, pero antes paso por maquillaje para "lavarme la cara". Allá está Natalia, frente al espejo, sola, seria y con una expresión en el rostro que va más allá del cansancio.
YO: ¿Na, puedo hacerte un retrato?. Eres la única de todo el reparto a la que no he retratado. Se que estamos muy cansados pero si no lo hago ahora vete a saber si volveremos a tener ocasión de hacerlo.
NATALIA: Vale. Te advierto que estoy hecha trizas.
YO: Lo sé. Yo estoy igual.
Agarro la cámara, abro el armario de las escobas del camerino y le digo a Natalia que se meta dentro (en el interior de ese armario es donde he realizado todos y cada uno de los retratos a los integrantes de la serie). La luz de los fluorescentes del camerino de maquillaje hace el resto.
Natalia entra al armario. Bajo la cámara y me acerco a ella.
YO: ¿Ya sabes lo que no necesito, verdad, Na?.
Sólo deseo que cierres los ojos diez segundos,
que respires y sientas cómo estás. No busco
una pose "vendible" ni nada por el estilo, sólo
busco, si eres tan generosa de regalármelo,
que cuando abras los ojos me regales a mi, no
a la cámara, un instante de sinceridad, que si
quieres, te apetece, o si lo necesitas, me
regales "lo que te pasa, ok?
Natalia no responde. Agacha la cabeza, respira. Alza el rostro con los ojos cerrados.
Al abrirlos siento que algo, una especie de tristeza infinita le tiñe las facciones del rostro.
Aprieto el botón.
Me mira fijamente. Sé que no me está mintiendo. Me escruta con una violencia desmedida.
Aprieto el botón.
Al instante sus facciones se relajan…me mira, me observa, se observa.
Aprieto el botón.
De nuevo una tristeza desoladora se apodera de su rostro.
Comienza a llorar desconsoladamente, se tapa la cara con las manos…
Estoy viendo llorar a una niña, y me duele.
Le pido, casi en un susurro, que me lo regale, que me regale todo ese dolor.
Aprieto el botón.
Creo que nadie me ha regalado tanto en tan poco tiempo (apenas minuto y medio).
Gracias, Natalia, porque sin pretenderlo me has hecho un poco mejor persona.
Gracias por todas y cada una de tus miradas.
Gracias por compartir lo que te duele aunque yo nunca llegue a saberlo.
Gracias por regalarme uno de los mejores retratos de mi vida.
Te abrazo siempre, querida, Na.
El penúltimo día de rodaje comparto escena con Natalia. Al terminar nuestra secuencia (última del día) me dirijo al camerino para ponerme la ropa de calle e irme a casa, pero antes paso por maquillaje para "lavarme la cara". Allá está Natalia, frente al espejo, sola, seria y con una expresión en el rostro que va más allá del cansancio.
YO: ¿Na, puedo hacerte un retrato?. Eres la única de todo el reparto a la que no he retratado. Se que estamos muy cansados pero si no lo hago ahora vete a saber si volveremos a tener ocasión de hacerlo.
NATALIA: Vale. Te advierto que estoy hecha trizas.
YO: Lo sé. Yo estoy igual.
Agarro la cámara, abro el armario de las escobas del camerino y le digo a Natalia que se meta dentro (en el interior de ese armario es donde he realizado todos y cada uno de los retratos a los integrantes de la serie). La luz de los fluorescentes del camerino de maquillaje hace el resto.
Natalia entra al armario. Bajo la cámara y me acerco a ella.
YO: ¿Ya sabes lo que no necesito, verdad, Na?.
Sólo deseo que cierres los ojos diez segundos,
que respires y sientas cómo estás. No busco
una pose "vendible" ni nada por el estilo, sólo
busco, si eres tan generosa de regalármelo,
que cuando abras los ojos me regales a mi, no
a la cámara, un instante de sinceridad, que si
quieres, te apetece, o si lo necesitas, me
regales "lo que te pasa, ok?
Natalia no responde. Agacha la cabeza, respira. Alza el rostro con los ojos cerrados.
Al abrirlos siento que algo, una especie de tristeza infinita le tiñe las facciones del rostro.
Aprieto el botón.
Me mira fijamente. Sé que no me está mintiendo. Me escruta con una violencia desmedida.
Aprieto el botón.
Al instante sus facciones se relajan…me mira, me observa, se observa.
Aprieto el botón.
De nuevo una tristeza desoladora se apodera de su rostro.
Comienza a llorar desconsoladamente, se tapa la cara con las manos…
Estoy viendo llorar a una niña, y me duele.
Le pido, casi en un susurro, que me lo regale, que me regale todo ese dolor.
Aprieto el botón.
Creo que nadie me ha regalado tanto en tan poco tiempo (apenas minuto y medio).
Gracias, Natalia, porque sin pretenderlo me has hecho un poco mejor persona.
Gracias por todas y cada una de tus miradas.
Gracias por compartir lo que te duele aunque yo nunca llegue a saberlo.
Gracias por regalarme uno de los mejores retratos de mi vida.
Te abrazo siempre, querida, Na.
Esto es algo maravilloso y triste a la vez........... Esto es parte del ser humano.....
ResponderEliminarTodo el mundo puede plasmar imágenes....pero sentimientos es muy complicado, y menos con adultos
ResponderEliminarGracias, Natalia. Te quiero, compañera!
ResponderEliminarGracias por tu comentario, José.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz año!
Hola Roberto. Sigo tu blog desde hace tiempo, pero nunca había encontrado un momento especial para dejarte un comentario hasta que he visto ésta entrada.
ResponderEliminarSólo decirte que me ha impactado, y aunque siempre eres capaz de sacar la personalidad de cada amigo que retratas, ésta vez creo que has ido mucho más allá y has logrado capturar toda una emoción con mayúsculas.
Mi más sincera enhorabuena, y espero que éste nuevo año nos sigas trayendo éste tipo de regalos para la vista y el corazón.
¡Un saludo! Rafa.
Gracias a ti, Rafa, por el comentario. En realidad la fuerza de la foto me la regaló Natalia. Ella es la artífice de que podáis presenciar esa emoción.
EliminarUn abrazo enorme Rafa.
Muy bueno Rober, eres un crak!!!!
ResponderEliminarGracias a ti, Alberrr!!!!
EliminarCuando vienes a comer a casa? Se te echa de menos!
Un abrazo enormeeee
Mi padre, que fue profesor de fotografía, me dijo una vez que una buena fotografía, no necesita explicación.
ResponderEliminarTus retratos son maravillosos.
Pero éste de Natalia es sencillamente estremecedor.
Se desnudó el alma delante de ti y supiste captarlo.
Espero de corazón que esa tristeza, ese cansancio, esa desolación, estén en el olvido.
Feliz año, Roberto.
Un beso grande.
Yo también lo deseo, Marta.
EliminarGracias, de corazón, por tu comentario.
Un abrazo
No sólo son maravillosos los retratos, sino toda la belleza que rescatas de lo que sientes cuando te pones frente al otro. Es una forma exquisita y cuidada de dejar constancia de las emociones de aquellos que sólo conocemos a través de su físico. No conocía este lugar...curiosamente he llegado buscando una imagen actual de Álex Casanovas. Me ha llamado la atención que según tú no mostrara interés especial por el retrato, si es buenísimoooo :), insisto como todos los demás. Es genial que entre actuación y actuación aproveches para inmortalizar instantes que te acompañarán mientras vivas, y que haya tanta poesía en el interior y en el exterior de cada retrato. Un abrazo y mi admiración.
ResponderEliminarGracias, Lidia!!
EliminarUn beso enorme
que maravilla de foto...piel de gallina!
ResponderEliminarbesos!
Cris
Besos para ti, Cris!
EliminarEste retrato habla por si mismo, no sé como lo conseguirás, pero es único.. Duele verlo.. Al mismo tiempo es admirable.. Intenso... Transparente... Lo dicho es único!
ResponderEliminarY si se permite, el mejor que me regalaron tus manos, de todos los que ví hasta hora..
Como siempre mis saludos mas sinceros..!
Mientras lo hacía me dolía (y a Natalia también, pero tenía que sacarse eso de encima), pero el dolor pasó y quedó lo que quedó, que espero que sea algo bello y positivo.
EliminarGracias por tu comentario, Soledad!
Aca estoy, siempre vuelvo a verlo ... Como duele, y como llega dentro..! Insisto.. Excelente!!
EliminarMe parecen increíbles tus retratos. Eres todo un fotógrafo profesional. Y me encantan tus palabras. Felicidades por ser todo un artista y tener tantísimo talento.
ResponderEliminarGracias, Mariví!!.
EliminarUn abrazo inmenso
Unos de los restratos mas bonitos y sinceros que he leído hasta ahora. Eres gran actor, escritor pero sobre todo se te ve una gran persona. Hay mucho cariño en esas palabras. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Noelia!.
EliminarUn abrazo enorme para ti!
Seguro que hay miles de fotos maravillosas por ahí, pero no sé qué es exactamente lo que tiene esta, que a mi me ha llegado a poner muy triste...
ResponderEliminarImagino que es una satisfacción hacer algo que te gusta (porque está clarísimo que te encanta la fotografía) y saber que a la gente realmente le emociona lo que haces.
Me declaro total y absolutamente fan de tu blog, de tus historias y de tus fotografías. Enhorabuena por hacerlo tan bien!!!!
Gracias emocionadas, Mayte, por tu comentario!
EliminarTe abrazo, Mayte!
No me esperaba encontrarme lo que me he encontrado al entrar en tu blog. Ha sido una muy grata sorpresa. Sigue así harleyero.
ResponderEliminarJoana
Jajaja, gracias, Joana!
EliminarUn beso enormeeee!!!
Me he quedado con los ojos más abiertos que mi propia boca, de ahí que no pueda articular palabra. (escribo en voz alta) Escribo en esta pero... es que cada una qque veo me gusta más, la luz, la naturalidad que desprenden los retratos, esas expresiones... uffff.
ResponderEliminarAhhhh, enhorabuena por ese Goya! Más que merecido. Un bico!
Gracias, Lupe!
EliminarMil besos!
Una imagen vale más que mil palabras,pero las tuyas conmueven y van más allá.Enhorabuena!Un fuerte abrazo
ResponderEliminarMe quedo con tu abrazo y te envío un beso de vuelta.
EliminarGracias por tu comentario, Natalia!
Muak
Todos tus retratos son verdadero arte, querido Roberto. Siempre me han gustado los de Jose Coronado, Antonio Banderas, Elena Anaya... Por supuesto el de nuestro inolvidable Pepe... pero este retrato... buf!! Es que emana una tristeza que estremece. No te esperas que una mujer a la que asocias con la alegría (gracias a su preciosa sonrisa) te pueda transmitir esa tristeza, esa fragilidad... captar eso con la cámara me parece de una dificultad extrema. Mi enhorabuena Roberto. Un fuerte abrazo. Carlos
ResponderEliminarGracias a ti, Carlos, como siempre, por tus apreciaciones que me hacen crecer.
EliminarUn abrazo para ti y para toda tu familia!
Es el retrato más hermoso que he visto en mucho tiempo, y sin duda la imagen más bonita que he visto de Natalia. Conozco muy bien ese sentimiento.
ResponderEliminarRoberto, admiro mucho tu trabajo como actor, pero ahora que he descubierto esta afición tuya, admiro mucho más lo que llevas dentro. Hay que ser alguien muy especial para saber retratar sentimientos, y eso es lo que tú haces.
Enhorabuena por el Goya y sigue así. Besos
Gracias, Natalia. Si el retrato es hermosamente estremecedor se debe básicamente a la generosidad de Natalia a la hora de ofrendar sus emociones.
EliminarGracias, insisto, Natalia, por tu comentario.
Un abrazo enormeeee
Gracias por regalarnos estos retratos que son pura emoción. Felicidades por tu Goya. Un abrazo
ResponderEliminarGracias, de corazón, por tu comentario, Alforte!
EliminarUn abrazo para ti.
Enhorabuena de corazón Roberto. Además de buen actor (tanto en cine, como TV y teatro) tienes un don que muy pocas personas tienen para transmitir en una fotografía y unas cuántas frases algo tan abstracto como lo son los sentimientos. He podido sentir tu entusiasmo por este mundo y los sentimientos de quiénes retratas. Felicidades por ello y por el más que merecido Goya y sigue así, eres grande.
ResponderEliminarGracias por compartir esto tan bonito con nosotros, un abrazo.
Gracias a ti y a todos vosotros por acoger con tanto cariño estas cosas que voy soltando.
EliminarUn abrazo enorme, Noemi.
Gracias por un retrato tan bello. Sobre todo GRACIAS a Natalia por darnos parte de su alma. Por regalarnos ese momento. He visto todos los retratos y este sin duda, me ha conmovido. Hay una frase que descubrí hace poco y que recuerdo cada momento, y este retrato lo pone de manifiesto: "Lo que das, te lo das. Lo que no das, te lo quitas". Millones de gracias. Un abrazo.
ResponderEliminarRoberto me gustaría comprar tu libro de poemas...... lo has publicado ya?????
ResponderEliminarEnorme y maravilloso Roberto, absolutamente genial y lleno de verdad.
ResponderEliminarFuerte abrazo.
"SOLO" la película.
Es indiscutiblemente el mejor de todos tus retratos!!! Y eso es mucho decir, tus trabajos son excelentes, pero éste me puso la piel de gallina!!!! Habla por si solo.. Transmite, emociona, llega dentro..
ResponderEliminarEsta claro que hablo de mis gustos cuando digo que es el mejor, pero es uno de esos que no puedo dejar de mirar.. Me encanta!!!
Tengo el enlace de esta página siempre guardado para los días grises. Es el retrato más bello y sincero que he visto nunca. Bravo.
ResponderEliminarM.