RAÚL CIMAS:
"Se me apareció la Virgen y me hice el Longuis".
"Mi abuelo es muy optimista. Se ha puesto brackets...sobre las encías, pero le queda de puta madre, la verdad".
"Cojo el teléfono, llamo a mi madre y le digo: ¿qué haces?, mi madre me dice: "aquí en casa...sola", y claro, yo le digo: "pues tu...no pienses en eso mamá y concéntrate en que es tu cumpleaños"...¡qué manía de ver siempre el vaso medio vacío, de verdad!".
"Yo soy un gran amante de las bromas. Me gusta partirme el ojete. Eso me ha costado mi puesto de trabajo, ya sabéis...que si los clientes no entendían mis bromas, que si el trabajo no es sitio para bromear...pero bueno, me da igual...hay más tanatorios.".
Raúl es alto, de espalda ancha
y andares cansados,
de hablar pausado y antiguo.
Raúl es un puto seductor demente y de mentes.
Raúl habla por hablar y casi todo lo que dice acaricia una seriedad desternillante.
Raúl es el humorista Eugenio de mi generación.
Raúl escribe y dirige sus propias historias,
estudió Bellas Artes, dibuja como Dios, y tiene plaza aprobada
de profesor en la Universidad Popular,
y después de todo eso,
va el grandullón y suelta que si pudiera ganarse la vida dibujando no íbamos a verle el pelo ni por los teatros, ni por la tele, ni por el cine.
Mira, chaval, como se te ocurra hacer esa gilipollez te las vas a tener que ver conmigo, no me jodas, eh?...que un tío tan femenino como tú puede desdoblarse y hacer dos y hasta tres cosas a la vez.
Abrazándote.
De espalda ancha a espalda ancha.
PD: Sebastiao Salgado me ha dicho, al oído y quedamente, que también a él le haces reír. No se si...
"Se me apareció la Virgen y me hice el Longuis".
"Mi abuelo es muy optimista. Se ha puesto brackets...sobre las encías, pero le queda de puta madre, la verdad".
"Cojo el teléfono, llamo a mi madre y le digo: ¿qué haces?, mi madre me dice: "aquí en casa...sola", y claro, yo le digo: "pues tu...no pienses en eso mamá y concéntrate en que es tu cumpleaños"...¡qué manía de ver siempre el vaso medio vacío, de verdad!".
"Yo soy un gran amante de las bromas. Me gusta partirme el ojete. Eso me ha costado mi puesto de trabajo, ya sabéis...que si los clientes no entendían mis bromas, que si el trabajo no es sitio para bromear...pero bueno, me da igual...hay más tanatorios.".
Raúl es alto, de espalda ancha
y andares cansados,
de hablar pausado y antiguo.
Raúl es un puto seductor demente y de mentes.
Raúl habla por hablar y casi todo lo que dice acaricia una seriedad desternillante.
Raúl es el humorista Eugenio de mi generación.
Raúl escribe y dirige sus propias historias,
estudió Bellas Artes, dibuja como Dios, y tiene plaza aprobada
de profesor en la Universidad Popular,
y después de todo eso,
va el grandullón y suelta que si pudiera ganarse la vida dibujando no íbamos a verle el pelo ni por los teatros, ni por la tele, ni por el cine.
Mira, chaval, como se te ocurra hacer esa gilipollez te las vas a tener que ver conmigo, no me jodas, eh?...que un tío tan femenino como tú puede desdoblarse y hacer dos y hasta tres cosas a la vez.
Abrazándote.
De espalda ancha a espalda ancha.
PD: Sebastiao Salgado me ha dicho, al oído y quedamente, que también a él le haces reír. No se si...
